DEMOS A NUESTRO VOTO EL SENTIDO QUE MERECE

Durante años he asistido, como tantos ciudadanos, a la pérdida lenta pero inexorable de derechos y libertades.

No sé si fue en primer lugar pero a la Educación Pública dejada de lado, siguió una Sanidad en claro declive; al endurecimiento de la Ley de Extranjería se sumó el aumento de Contratos basura; a la manipulación televisiva, el precio abusivo de las viviendas que sólo beneficia a Inmobiliarias de dudoso pelaje que son al parecer la base del poder de nuestros gobernantes. El tremendo panorama televisivo, la guerra en la que nos han metido, el desinterés por la Cultura, las incoherencias en la gestión, el desprecio al ciudadano al que no le queda más salida que protestar como buenamente puede... Todo esto me lleva, nos lleva a algunos, a reivindicar el voto de todos aquellos que queremos desbancar del poder al Partido Popular.

¡ Vamos a reivindicar de una vez por todas los valores de la Izquierda Política ¡ Vamos a intentar quitarnos esa boina imaginaria que se ha instalado sobre las conciencias de nuestro país y que programan desde el Pensamiento único a la falta de reflexión respecto a la realidad que se vive todos los días.
Aprendamos a pensar por nosotros mismos , reivindiquemos de una vez soluciones nuestras para nuestros problemas y demos un voto que no justifique un cheque en blanco para los gobernantes.

Desde estas páginas se pide un Voto Progresista y si esto queda un poco ambiguo o difuso, seré más concreta: pido desde aquí el voto para Izquierda Unida y para el PSOE. Que ambas formaciones tengan mayoría y formen un gobierno de izquierdas; si cumplen con sus promesas, será beneficioso para el país; si legislan y desarrollan políticas que apoyen la Sanidad Pública, la Educación, la Política de I+D, la solidaridad con los sectores marginados de la población, si abren las mentes de los ciudadanos normalizando y tolerando lo distinto, si apuestan por un Estado Laico en el que cada uno profese el culto que quiera, si afrontan con naturalidad el hecho diferencial de cada comunidad autónoma y, por qué no, si empiezan a hablar de República y no de Monarquía como forma de gobierno feudal que perpetúa las desigualdades entre las personas.

Si aupamos a un gobierno capaz de apoyar a sus ciudadanos y contribuimos a crear un país mejor, nuestro voto habrá merecido la pena.