5.4.05

MUERTE DE UN PAPA

Ha muerto Juan Pablo II e inmediatamente después de anunciarnos esta noticia hemos asistido al espectáculo mediático en el que se glosaba su figura.

Al parecer dentro del análisis de la personalidad de este Papa faltan todas las polémicas que se despertaron a raíz de su oposición a los preservativos en estos tiempos en los que el SIDA azota poblaciones enteras, sobre todo en África, continente con generaciones diezmadas; ya no recordamos su intransigencia con los homosexuales, las madres solteras, los divorciados y todos aquellos que no compartieran su forma tan retrógrada de concebir la familia y las relaciones sexuales; ya no nos acordamos de su tibieza frente a los abusos sexuales de los miembros de su Iglesia con niños y con las monjas misioneras.
Éste es el Papa que ha potenciado en la Iglesia la jerarquía absolutista más férrea y que ha dado la espalda a la Teología de la Liberación y a los sectores que decidieron vivir la Pobreza y no sólo predicarla en los púlpitos.
El ejercicio pacato de no ser capaces de debatir desde el respeto y la serenidad, la figura controvertida de Juan Pablo II y de solamente glosar, con tópicos como letanías, su lado bueno, es una muestra más de lo inmaduro de nuestra sociedad. Al parecer los Medios de Comunicación de todo el mundo han decidido mostrar sólo uno de los análisis posibles.

Para el resto de las reflexiones, recurramos a la Memoria.

7.2.05

OLIMPIADAS EN MADRID

Llevo cuatro días buscando desaforadamente a los miembros del COI por la calle; llevo ensayando un pequeño discursito en inglés que si tienen a bien les voy a soltar: lo que han subido los precios en los polideportivos municipales, el madrugón que tienes que darte si quieres matricular a tu hijo en clases de natación (y la suerte que tienes que tener para que te toque a ti una de las escasas plazas que salen vacantes), la ausencia de carriles bici, la falta de interés de las autoridades en el deporte base (¿cómo se dirá en inglés?), las piscinas que permanecen cerradas los fines de semana (¿para qué y quién van a abrir, digo yo?), las dificultades de los corredores para utilizar vestuarios municipales, el menosprecio histórico de la ciudad al simple peatón... en fin, la auténtica situación del Deporte para los ciudadanos de Madrid.

Llevo ensayando el discursito y la pregunta final; ésta sería más o menos así:
¿No creen que sería mejor que nuestras autoridades se dedicaran a apoyar el deporte popular de una vez por todas en lugar de jugar al negociete de las Olimpiadas?

He buscado en cada esquina a un miembro del Comité y no los he encontrado. Creo que se han ido y su versión ha sido otra.