DEMASIADA PACIENCIA

Sin respetar las distintas confesiones religiosas de las víctimas del atentado del 11 de marzo ni el principio básico de aconfesionalidad del Estado, esta mañana se ha oficiado en la Catedral de la Almudena un funeral de Estado por las victimas del 11-M.

Es increíble que a estas alturas se sigan atropellando los derechos básicos a las creencias religiosas y a las no creencias, y nos sigan imponiendo UNA forma única de despedir a los muertos y de confortar a las familias.

¿Para cuándo el homenaje aconfesional o, en su caso, una ceremonia ecuménica que abarque todas las maneras posibles de relacionarse con lo Sagrado?

Que vengan pronto nuevas formas de hacer las cosas; hemos tenido demasiada paciencia.