4.4.07


SAN CARLOS BORROMEO

Al parecer, han sido las presiones del Vaticano, escandalizado por los continuos y reiterados abusos litúrgicos (se daban rosquillas en lugar de hostias a los niños), las que han llevado a Rouco a ordenar el cierre de la parroquia de San Carlos Borromeo en Entrevías.

El trabajo de estos curas de barrio comprometidos con pobres y marginados, subrayan la grandeza del ser humano y lo alejados que están los hombres de verdad del boato y de lo superficial.

La parroquia ha emitido un comunicado en el que se reiteran en sus actitudes y declaran su intención de continuar con su labor pastoral al lado de los desfavorecidos.

Una vez más y muy próximo el recuerdo de lo ocurrido con Jon Sobrino, la jerarquía católica presenta al mundo su auténtica cara, su más siniestra realidad dando la espalda a los pobres.

En mi barrio hubo también un cura que tenía ideas propias y que pensaba que su misión en el mundo consistía en una única palabra: Ayudar. Y con esta premisa, Agustín Díaz, don Agus, se dedicó a echar una mano donde hacía falta: con jóvenes, deficientes mentales y físicos, mujeres desesperadas, madres y padres desorientados e inmigrantes. Se desvivía por hacer de su sacerdocio una puesta permanente al servicio de su pequeña comunidad que lo adoraba. Muchos fuimos los que nos hicimos personas a su lado y los que, en los momentos duros de la vida, recordamos sus consejos.

Personas como don Agus, Enrique de Castro, Javier Baeza y Pepe Díaz nos devuelven a todos la confianza en los demás y obtienen, por méritos propios, un lugar destacado en la pequeña historia de la Humanidad. Y es al lado de estas personas donde la sociedad debe estar. Apoyando, ayudando, haciéndoles ver que estamos con ellos.

Y mientras tanto, Rouco y Ratzinger, seguirán durmiendo en blandos lechos y bebiendo la insípida bebida de la intransigencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No comulgo con las religiones, creo que todas son vehìculo de intransigencia y poder, pero el caso de la parroquia de San Carlos Borromeo es digno de apoyo y admiración.Un emocionado abrazo para esas personas que saben dar lo mejor de sí mismas por los demás,sin pedir nada a cambio.