CAFÉ PARA TODOS
El Respeto es como el café, tiene que ser para todos...

Cuando la Iglesia Católica inicia una campaña para pedir al Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que respete la Religión en la Escuela, no se da cuenta que el Estado Laico y Aconfesional ha de respetar a toda la comunidad, a todos los ciudadanos.

Una Escuela Pública laica es uno de los pilares de un país democrático y respetuoso con todas las confesiones.

El estudio y aprendizaje de valores, excusa que en ocasiones se utiliza para apoyar el mantenimiento de la Religión en la Escuela, debe llevarse a cabo primero en el hogar de cada individuo y después como enseñanza de las llamadas transversales. La Convivencia en la Escuela, sea cual sea la materia que se imparta, debe dar pie a hablar de respeto, diálogo, ética en las conductas, solidaridad con los compañeros y otros muchos valores éticos previos a las prácticas religiosas.

Todos los ciudadanos tienen derecho a su libertad religiosa y el Estado tiene la obligación de respetarla y defenderla como declara el artículo 16 de nuestra Constitución.

Es razonable pedir que los creyentes se dirijan a sus iglesias para ejercer estos derechos en su tiempo libre, sea cual sea su doctrina. Las creencias religiosas y los ritos que las religiones predican entran dentro de la Esfera Privada del individuo.

El Estado defiende la libertad de cada uno de gobernar esta esfera a su antojo y obedeciendo exclusivamente a su conciencia, pero tiene el deber de proteger la Esfera Pública a la que pertenece la Enseñanza Pública y los contenidos académicos que ésta imparte.

Los partidarios de una Escuela Pública Laica y de calidad llevamos años pidiendo Respeto; llevamos años pidiendo que la Escuela sea el territorio de lo Científico, de la Razón y de lo Académico.

En definitiva, llevamos años pidiendo Café para todos.