GANAR LA MARATÓN

El pasado domingo acudimos a la Maratón de Madrid pertrechadas con tres pancartas: una en castellano, otra en catalán y una tercera en euskera.

Con este aparentemente sencillo sistema animábamos a un familiar que participaba en la carrera y declarábamos nuestra intención de mostrar desde la capital del Estado que estamos abiertos al resto. La Maratón se convirtió así en una bella metáfora del reto que tenemos que superar, de lo cerca que estamos y de lo mucho que se consigue con un sencillo gesto.

Fue impresionante el éxito que tuvieron las pancartas y la alegría que provocaron en una gran cantidad de corredores que las jaleaban con sus gestos y las agradecían con sus miradas agotadas. Madrid también es catalana, vasca, gallega... Madrid es de todos, porque todos participamos en la misma carrera.

No es verdad la distancia que nos quieren vender; no es cierto que estemos tan lejos. Los ciudadanos queremos vivir en paz y mantenernos al margen de los que alientan las distancias y la incomunicación. Al final, todos queremos lo mismo: ganar la carrera del diálogo y de la convivencia, en resumidas cuentas, ganar la Maratón.